Tengamos esta charla.

12 Mar

Llega un momento en el que se deja todo atrás. El pasado, las histerias, los malos entendidos, los destiempos, los desencuentros que existieron entre dos personas y se da una charla honesta. Sin rencores pero con sinceridad. Blanqueando esas cosas que uno piensa por separado y que en ese momento se exponen sin intentar atacar, sino que aclarar.

No importa si estuviste mal. Eso ya pasó, fue un momento que manejaste mal. No es que no importe si te hice mal. Pero ya pasó. No puedo volver el tiempo atrás. Y sabés que no fue mi intención. No hay manuales para las crisis. No hay fórmulas para nada, y menos cuando el agua hierve. Pero justamente es ahí, cuando más se juzga y se espera lo mejor de las personas. El momento en el que menos buenos resultados se obtienen. Ya está, tengámoslo en cuenta para la próxima.

Todos nos equivocamos. Ahora estamos parados acá. Frente a frente. Las aguas se calmaron y podemos charlar. Nos reímos, la pasamos bien. Nadie esperaba esta charla ahora. Pero llegó el momento de dejar un poco el juego de lado, la lucha de poderes, la pelea de egos. Esto soy yo, y esto me gusta de vos. No me vendas gato por liebre. Ahora no. Ahora sé vos. No hagas que te tenga que adivinar. Que te tenga que leer. Bajemos un cambio y charlemos.

Algo hizo que estemos juntos. Nos conocemos más de lo que creemos. Retomemos por lo bueno, no caigamos en el reclamo. Sí. Algo te tengo que reclamar. Pero no es porque me lo debas. Es porque te tengo que contar qué sentí yo. Cómo fue vivirlo de este lado. Quizás todavía no lo entiendo, y estaría bueno que me lo cuentes. Vos. Con tus palabras. Con tu forma de verlo. No quiero adivinar, no quiero leer. Quiero escuchar. Escucharte. Pero de verdad. Seguro podamos entendernos. Quizás no compartamos las ideas, quizás yo quiera otra cosa de lo que vos querés. Pero por eso es mejor hablarlo. De verdad me interesa qué pensas. Es el momento, abrite. Charlá. Decime eso que te venís guardando. Decilo bien, sé que no es atancando. Perdoname, no fue queriendo. Jamás pensé que había causado eso.

Quizás es una lástima. Podría haber sido genial. No es mi culpa, y tampoco es la tuya. Es una cuestión de timing, pero es mejor si los dos lo sabemos. No tenemos que odiarnos, tal vez, simplemente no funcionó. Vos pudiste haber hecho más cuando era el momento. Yo podría haber sido más clara. Pero nos desencontramos, eso pasa. No tiene que ser un drama. No es fácil aceptar un rechazo, pero no es imposible tampoco. Véngale, si hace falta. Nunca es con intención de lastimar. Es simplemente cómo se dan las cosas. Hay que entenderlo. Lo entiendo. ¿Lo entendés?

No lo tengo claro. Vos tampoco. A vos te gustaría que yo esté en otro momento, o eso crees. O eso decís. Pero, ¿de verdad? Si no aprovechamos el tiempo cuando fue nuestro momento, ¿por qué ahora sería diferente? A mi me gustaría que saques lo mejor de vos. Yo sé que lo tenés. Es sólo una cuestión de soltarlo. No te ates tanto. Te va a hacer mejor. Sos divino, sólo que te preocupas mucho por ocultarlo. No pasa nada. Soy yo. La misma que ya conocés. En este momento, en mi mejor versión. No sé si me siento bien, pero es lo más sincero que te puedo dar. Ya estás más flojo vos también. Qué mejor se charla así, ¡no?

No, no histeriquees. Ahora no. Bajemos la guardia. Tengamos esta charla. No tiene un final. Menos feliz. Pero pongamos todo sobre la mesa. Blanqueemos las cartas. Te toca mezclar a vos, pero todavía no repartas.

La mano no llegó, pero tengamos esta charla.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: