Fue lo primero que conocimos al llegar. Mucho frío y un viento huracanado. Arrastrando valijas inmensas y con las neuronas recién despertándose de un viaje durante toda la noche.
Vengan, subanse un rato y den una vueltita por el subte de París.
Los que estuvieron, a ver si reconocen las estaciones.
Cortesía de Redglass Pictures.