Hola, volví.
Hoy me llevé una gran desilusión. No por que haya tenido grandes expectativas, sino porque fue algo que no me esperaba. Para resumir y no entrar en detalles de lo que hago, hoy vinieron dos personas a la oficina. Una de ellas es «la voz detrás del teléfono», encargado de cierto sector con el que hablo muchas, pero muchas veces a la semana. Al otro no lo conocía.
Por teléfono sonaba un chico joven, rondando los 30 años. Por teléfono sonaba relajado y buena onda, sonaba morocho. Una vez me contó que había tenido el nacimiento de su segundo hijo, por lo que deduje que tenía que ser más grande de lo que sonaba su voz. Otra vez lo escuché serio o de mal humor, por lo que creí que -tal como me había parecido antes- era una persona bastante simpática con un mal día.
Hoy se me presentó una persona, con un cuerpo propio, pero con una voz robada. Robada a esa persona que me hablaba atrás del teléfono. No era tan joven como pensaba. Era bastante simpático, pero no era morocho. Era pelado.
Yo soy de las que cree que los pelados y las canas en los hombres queda bien. Forman parte de la personalidad del individuo y los hacen distinguir con un rasgo específico. Así que no tengo problema con eso, pero no podía evitar sentir que lo único que miraba era la cabeza sin pelo. Era morocho en mi imaginación este chico. Tenía pelo ondulado a penas, quizás un poco desprolijo. Era flaquito y no tan alto.
Me daba vergüenza que mi shock sea evidente. Teníamos que trabajar y liquidar unos temas en menos de una hora, así que puse toda mi concentración en lo laboral e intenté no cruzar mirada. Sentía que no podía ocultar mi desilusión. Pero tenía miedo que en cualquier momento se me escape una sonrisa de esas que evidencian que estoy tentada y me quiero hacer la seria. Esas que me hacen contracturar la cara para que en vez de una sonrisa, se confunda con una mueca, o … ¡no sé!
Por suerte no pasó nada, o al menos eso creo. Calculo que nadie notó mi sorpresa, al fin de cuentas no me conocen como para saber cuándo estoy por reírme, o saber qué estoy pensando. Pero el encuentro fue un bochorno total… no porque haya tenido altas expectativas, sino porque no me esperaba que ese cuerpo sea la voz detrás del teléfono.
Yo había sido mucho más justa.
evidentemente el telefono engaña
detras del telefono puede haber una voz de una mina increiblemente sensual… te haces la cabeza de que debe estar barbara. es simpatica, graciosa, hace chistes y te calientas solito como un boludo haciendote la cabeza de q la mina esta genial!
pero en un gran porcentaje la mina es un fiasco terribleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee…!
pd: el tipo tampoco creo q se haya imaginado que la mina detras del telefono era colorada
Me muero, yo no podria concentrarme mirandole la pelada y observandolo todo como pensando, ¿que paso? ¿cuando cambiaste tanto? con el seño fruncido! jaja
Igual…. no entendi tu remate… cuando sos justa vos?!?!
Muy divertido!
Y no se le reflejaba en la pelada brillante tu relucienta cabellera?! Listo, tengo toda la imagen en la cabeza…