Me pasó recién. Pero me pasó muchas veces antes. Encuentro ropa olvidada por ver fotos viejas. No son fotos tan viejas tampoco. Por ahí son del año pasado pero a mi sweatercito/remera ya no me lo acordaba. ¿Cómo puede ser que algo que tanto querés en un momento, pase a ser completamente olvidado y reemplazado en tan poco tiempo? Me acuerdo el día en que me lo compré. Me acuerdo que lo usé todo ese verano y el siguiente. Me acuerdo cómo sufrí cuando empezó a perder el color original lavado tras lavado. Pero entonces, ¿qué fue lo que le pasó? ¿cómo olvidé que existía? No es que tenga tanta ropa como para ir olvidándome de esas cosas que tanto me gustan. Y tampoco fue que se puso feo como para no usarlo más.
Quizás está en ese lugar del placard donde está la supuesta «ropa de verano» separada ordenadamente y lista para ser abierta en noviembre, cuando el calorcito empieza a llegar. Pero este noviembre estuve de viaje, me perdí el cambio de invierno a primavera… (o primavera fría a primavera de minis) y el placard de verano quedó olvidado. Me compré algunas cositas en el viaje, me regalaron otro tanto para navidad, y rematé antes del verano con una fugaz compra de liquidación. Pero no renové por completo mi placard. Ni cerca. Volví a usar lo de siempre -o menos- por no cambiar la ropa de estación.
La cantidad de veces que me paré frente a mi ropa preguntándome qué me ponía cuando no usaba el top-ten de ropa del momento. «¿Cómo iba a trabajar el verano pasado?/¿Qué usaba para abrigarme en media estación» Seguramente, con ese buzito que acabo de recordar.
guau, que interesante…!
saber tus vivencias, sensaciones y pensamientos diarios…
ya mismo pongo la pagina en la barra de favoritos
de ahora en adelante cada mañana, leere el diario, revisare mails y me deleitare con tus comentarios en este magnifico blog…
gracias por hacer mas interesantes mis dias y por compartir con el mundo tu grandiosa vida.
saludos
tu fan numero 1